Victoria plena en Santa Isabel: Ganaron Franco, Palacio y Romero

La velada, organizada en la localidad del oeste pampeano, tuvo protagonistas de distintos puntos del país, y los pampeanos no defraudaron. En los combates amateurs, Juan Franco se impuso por puntos al mendocino Juan Altamira, mientras que Marcos Palacio brindó uno de los momentos más destacados al noquear a Carlos Peralta, de Santa Rosa, en una pelea que le permitió alzar un cinturón.

También se lució la santarroseña Tania Mendoza, quien superó en las tarjetas a Violeta Galdona, de Mendoza. Otro que hizo festejar al público local fue Lautaro Cabral: el joven boxeador de Santa Isabel se consagró campeón tras vencer a David Tapia, también representante mendocino.

En el resto de la jornada, Ezequiel Camino (Mendoza) venció a Román Motura (General Pico), y Juanci Gatica, también de Pico, logró una clara victoria ante David Ceballos. Jeremías Muñoz, de Santa Rosa, derrotó a José Zamudio, y el piquense Valentín Maya tuvo doble participación: primero venció por nocaut a Máximo García, de Mendoza, en un cruce explosivo, y luego lo volvió a superar en una segunda presentación.

Pero el plato fuerte de la noche llegaría con el combate profesional en la categoría Súper Welter, entre el invicto Franco Romero, de Catriló, y Guillermo “El Lobo” Gutiérrez, de San Martín de los Andes. Y fue un suspiro.

El público aún no había terminado de acomodarse cuando todo se resolvió. El reloj no había alcanzado el primer minuto del round inicial y ya era evidente que Romero estaba decidido a imponer condiciones. Salió con determinación, acorraló a Gutiérrez contra las sogas y descargó una serie de golpes tan certeros como demoledores.

El neuquino apenas pudo reaccionar. La contundencia del catrilense fue total: lo sacudió con combinaciones al rostro y al cuerpo, y obligó al árbitro a detener el combate decretando el nocaut técnico. Otra victoria demoledora de Franco Romero, que sigue invicto y afianza su camino profesional con una nueva muestra de la potencia que guarda en sus puños.